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sábado, 21 de julio de 2012

SABERO, LA GUZPEÑA Y LAS TIERRAS DE LA REINA.


Por el bosque hacia Robledo.
Gelo nos tenía preparada para el sábado una excursión suave por su zona: La Guzpeña. De Prado a Robledo, pasando por la cueva Lomas, un bosque de robles  chulo, y regreso a Prado, donde estaba el coche. Nos acompañaron Bego y Afonso. Gelín se volcó dándonos todo tipo de detalles de la zona y de sus vivencias en ella, cuando era chaval.
Prado desde "el campo de futbol"
Nos habíamos ganado la comida. Finalizada ésta, dimos un paseo hasta las Ruedonas, ahora el grupo se amplió con Bumer y Ana. De aquí fuimos hasta el mirador, disfrutamos  las  vistas y dando un rodeo, bajamos al pueblo, cuando ya empezaba a oscurecer y hacer algo de rasca.
LAS RUEDONAS
Gelo, que las echas a rodar.
Cenamos y pronto al sobre porque el domingo ibamos a correr la 20ª subida  de Boca de Huergano a San Glorio, casí 21 kms y 500 mts de desnivel. Hacía tiempo que le tenía ganas a esta carrera, este año era el momento.
Salida en Boca de Huérgano.
En el alto.
El domingo, llegamos a la salida a las 8 h 45’, tomamos café, nos apuntamos Gelin, Meli y yo a la carrera y tras el cohete, se dio la salida puntual. Al principio mas o menos llano, pero a partir de Portilla, todo para arriba. El de Robledo y yo fuimos juntos, hasta que pillamos a Mundo. Los tres compartimos  varios kms. Ana, chofer y fotógrafa, paraba cada poco a inmortalizarnos. Se me atragantaba la cuesta, en Llánaves, Gelín se puso en cabeza, metió la “tuerca” y el plato, parecía a Virenque, no había manera, cada vez se alejaba más. Llegué al alto en 1 h 52’ 30”. 2’ antes, lo había hecho él. 10’ más tarde llegó Amelia, 2ª fémina. Carrera dura, había tb andarines y combinada, atleta y ciclista. De avituallamiento una buena sangría. Mientra hablaba con un motero, llevaba un maquinón de los que me gustan, una Yamaha 1900, pasó por detrás de mi un ciclista, no se fijo y paro su bici contra mi gemelo, clavándome varios dientes de la catalina. Otra muesca de guerra.  Cambiados de ropa, nos bajó Ana a la salida. Joder que cuestas… Ibamos a esperar,  había una sardinada, pero como se hacía tarde, y se veía que la cosa iba lenta, nos fuimos a comer a Valdoré. Luego dimos una vuelta por el pueblo, visitamos al tio José, y volvimos a Sabero. Mientras Ana  y Amelia inaguraban   la piscina, fuimos con  Pili  a  ver a Harvy (el sabueso). Después de un rato de descanso a la sombra, toco la despedida. Buen fin de semana, si sr. Saludos.


La huella de la catalina.

domingo, 15 de julio de 2012

UNAS RUTAS DE MONTAÑA.-



Pico Polvoreda




Finalizo el mes de junio, subiendo al Polvoreda. Quedo con Avelino (Villalfeide), para hacer la ruta. En un principio nos acompañan Sandra y Javi. Cuando dan la vuelta, me lleva rápido a la cumbre, tras divisar el panorama y hacer unas fotos, bajamos trotando, haciendo un poco el recorrido de la carrera que se celebrará en su 2ª edición a finales de agosto. El guía es bueno, tengo que esforzarme para seguirle. Nos acompaña su perro, que como su amo, conoce bien el terreno. En algo más de 2 h y media cumplimos el objetivo. Como recompensa los anfitriones (Sandra y Avelino), prepararon un buen picoteo para rematar la faena.
El pico al fondo.



Rº de Jermoso desde las Colladinas



Al dia siguiente, 1 de julio, voy con la federación de montaña al Cdo Jermoso. Madrugón, a las 6 h saliamos de León. Partimos  de Pandetrave hacia el Caben de Remoña y después por el sedo de Pedavejo, nos dirigimos  hacia las Colladinas para llegar al Rº de Jermoso. Me había cruzado antes con Santiago Morán, gran conocedor de esta zona, que celebraba su 80 cumpleaños (vaya tea) y después con Cristino Torio. Habían pernoctado la noche anterior en Jermoso. Subí un par de veces a la Torre de LLaz, recordando la ruta que hicimos hace un año. Como había venido trotando, llegue pronto al objetivo. Cuando llegó todo el  mundo, hubo unos pinchos y se colocó una placa de 70º aniversario.
Valle de Valdeon desde Torre de Llaz


 No se si bien o mal (no era lo marcado),  pedí permiso, para bajar por el argayo Congosto. Trotando llegué al cdo. Solano. Me acerqué un poco hasta avistar las minas del Rabico. Volví sobre mis pasos y después de bajar por el sedo a la Sotin, en 1 h me planté en Posada de Valdeón. Eran las 16 h. sobraba mucho tiempo. Estuve un rato con los chic@s, de Cembranos que tb, habían dormido en el Rº, cuando se fueron, comí un bocadillo, tomé unas cañas, charlé con varios conocidos del Bierzo y con los que iban llegando. A las 20 h partimos para León, cuando llegamos, España ya era campeona de Europa.

Curavacas y Espigüete desde las Cruces

mirador de Tosande
Meli y Sabi subiendo por la canal.

Amelia, tenía libre por lo que  quedamos con Sabi y Carmen el jueves 5 en Cervera de Pisuerga para hacer alguna cosilla. Ese mismo día fuimos a dar un paseo por la Tejeda de Tosande, una de las más importante de Europa, luego subí a al Pico las Cruces. Buen mirador de la zona. 

El viernes fuimos a hacer algo más largo: El Curavacas. Partimos de Vidrieros, fuimos ganando altura, esperanzados  que la niebla se fuera. Cuando llegué a la cumbre, se empezó a disipar. Unos montañeros de Reinosa, con los que me cruzé al subir, no vieron nada. Di varias vueltas esperando a mis compañer@s. Subí, a la Torre del Oso, situada a la dcha en la línea de subida. Juntos en la cumbre y después de pinchar algo, me fui a hacer las otras dos cumbres.


Curavacas
 Primero, el Curavacas Oeste,  buscando la subida  bastante aérea, después de hacer cumbre, la bajada me acojonó un poco, no veía el sitio apropiado. Dude varias veces, hasta que retrocediendo llegué al paso bueno. Había que andar fino, pues con un tropiezo aquí se acaban los problemas.  Ya en la traviesa, cómoda, llegue fácil al Pico del Medio. Después de hacer varias fotos, volví rápido hacia la cumbre principal para iniciar la bajada. Cogí a mis compañeros a mitad del pedrero. Seguimos  tranquilos a Vidrieros, después de tomar unas cañas, dejamos a nuestros amigos asturianos, para venir a Sabero, habíamos quedado, con Ana y Gelo. (Continuará). Saludos.

Desde Torre Oso, Sabi, Meli y Carmen subiendo hacia la cumbre. Fondo  Peña  Prieta.
Desde Cumbre, Pico del Medio, Espigüete, Curavacas O y Murcia. 

Desde el Curavacas O. Vidrieros, Triollo, Peña Redonda...

Desde el Pico del Medio, Aguja del Pastel, Lago Curavacas, Peña Prieta...

POR SAN JUAN, BODOQUE.


Años hacia que no iba a un evento de estos. Ese fin de semana tocaba, pues se casaban en Riaño Oscar  y Rosa. Amelia y yo fuimos el sábado para comenzar a calentar motores. Varios amigos de los novios hicieron lo mismo. Una vez acomodados, nos dedicamos a saludar a la peña, y hacer algún encargo de los novios. Por la noche, algo de juerga, con  tapas, unos tragos y charla pasaron las horas. En la calle el frío era intenso.  Como todo se hacía en el mismo sitio, cuando ya eran las 3 y pico procedía  ir a la cama. El sábado habíamos quedado varios para salir a trotar un rato. A las 9 solo estábamos en la puerta del hotel Amelia y yo. A los otros se les pegaron las sábanas. Hicimos un rule guapo por la zona, para bajar lo de anoche y hacer ganas de comer.
Ya comenzaban a llegar la mayoría de invitados. Familiares y muchos amigos.
A las 13 h 30’ tuvo lugar el enlace en el ayuntamiento. Una ceremonia guapa, en la que al margen de las palabras del casador, otras emotivas de amigos y hermanos loaron  y recordaron las virtudes y alguna travesura de los novios, así como el deseo de un futuro feliz.
A la salida estaban allí nuestros amigos moteros: Gelin, Ana, Fonso y Bego. Aprovecharon el voltio para hacernos una visita y felicitar a los novios
Luego vinieron las fotos, el lunch y un comidorra por su sitio. A las 19 horas dejamos el comedor  pasando a la zona de baile y barra libre. Ahora tocaba movimiento para algunos y para otros ver a la Roja contra Francia. Así fueron pasando las horas. Ya de noche, rematamos la jugada en un par de bares y cerca de las 4 recogida, pues al día siguiente, tb quedamos para trotar otro rato. Un poco más tarde, a las 10,   con algo de resaca y ronco, salí con dos amigos de Oscar, Santi y Jaime a dar una carrerina hasta la ermita de Quintanilla y por el pueblo. 50’ escasos en los que sudé de lo lindo,  pues los jóvenes le daban bien al zapato.
Los invitados empiezan a irse. Después de comer con los novios, sobre 50, sobre todo amigos, nos despedimos de la gente, deseamos a los novios buen viaje a las antípodas y  dejamos el maravilloso paisaje de la montaña . Saludos.