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lunes, 20 de mayo de 2013

VUELTA A LAS ANDADAS.


Llego la hora .
 Después de muchas dudas  y temores, no quedo más remedio que agarrar el toro por los cuernos. 28 de abril, marathon de  Madrid.
Desde el Boedo en agosto, algo más de 8 meses, sin correr la mítica distancia. Demasiado tiempo, cuando lo habitual era hacer en ese tiempo 5 ó 6 maratones. Por eso la incertidumbre vivía conmigo.
Homenaje a Boston.-
A las 8 de la mañana, como otros años, quedé con mis colegas “EÑES”,  en Banco de España. Allí estaban nuestro globos azules de guías de tiempo.
 El descontrol en la entrega de mochilas, originó largas colas, lo que me impidió estar en la foto grupal. Un colega,  me acercó el globo y la ayuda de Marilina (que recogió mi bolsa), fue providencial para salir del atasco, cuando quedaba el tiempo justo para llegar a la salida.   El caos del ropero, es todos los años, este más por las medidas de seguridad. Se tendrán que poner serios y solucionar el asunto.
La llegada.-
Mezclar 10 kms, ½ maratón y maratón es un jaleo, solo bonito para las estadísticas. Colocados en nuestro cajón,  y tras el emotivo minuto de silencio por el atentado de Boston, esperamos el tiro de salida. Con mis compañeros: Cueto, Claudio y Luis, fuimos machacando los kms. El ritmo de 3 h 45’, nos resultó bastante cómodo, sin querer a veces acelerábamos, por lo que había que echar el freno. En la media maratón, ya teníamos un margen aceptable de unos 2’ y medio. Después de Príncipe Pío, tocaba la entrada en la Casa de Campo. Siempre se hace largo este paraje. Llegados al km 34 y tras cruzar el Manzanares, nos quedaban las cuestas  para llegar primero a Atocha y después al Retiro. Vamos bien de tiempo, por lo que seguimos muy tranquilos. Entramos los 4 en meta  en 3 h 43’ 30”. Objetivo cumplido. Otras veces quedamos de tertulia, viendo a los amigos, en esta ocasión, rápidos para el barrio. Ducha, comida y coche para León. El frío de la meta, en Guadarrama se tradujo en Nieve.
 De esta manera, supere el escollo y logre mi maratón 137º.

Tenía pensado correr la media de Gijón el día 4, pero la demanda hizo que no tuviera plaza. Mejor, hicimos el plan “b”,  ir al día siguiente, a Piedrafita del Cebreiro a comer el pulpo, por ser feria. Pasamos una jornada espléndida con los amigos “gallegos”. De paso visite a los amigos del Cebreiro y nos dimos un garbeo.De aquí guardo gratos recuerdos, pues  hace unos años, ejercí dos temporadas de hospitalero en el albergue de peregrinos.
O'Cebreiro.

Ya metido en la dinámica de las carreras, el sábado 11, corrí la ruta del Mencía de 32 kms., en 2 h 48’, con salida y meta en Cacabelos. Una pasada de carrera entre viñedos, frutales, pinares y pueblos guapos: Valtuille, Villabuena, Canedo, Arganza, Magaz de Arriba etc.  Unas cervezas, comprar vino en la bodega de Losada y después de comer para León.
Por la noche, cena con los amigos. El corzo plato estrella y el vino, como no, de Losada.
El domingo 12, a Benavides. A  la  media. Con agujetas en los cuadriceps, salí suave. Cogi a Mª Jesus Vega en Sta. Marina de Rey y la acompañé hasta Pte de Orbigo. A ritmo en  1 h 36’, me planté en la meta. Este año, estrenaba escenario: el campo de futbol. Como no había conocidos, vine pronto para casa.
En Puente de Orbigo, con Mª Jesús.

Animado y con menos molestias, ayer corrí el maratón que organiza el bueno de Gabriel Ruíz en Aguilar de Campóo. Es la novena vez que corro esta carrera de amigos. Trato esquisto a los corredores. Todos iguales, todos ganamos y a todos nos da los mismos obsequios. Como siempre, Chapeau para Gabriel y los voluntarios que le ayudan. La última de las 5 vueltas, se me atragantó un poco, pero en 3 h 28', hice ganas de comer. Tuvimos suerte con el tiempo, ya que solo llovió al final, eso si, calor poco.  Saludos.

Con el amigo Cueto, corredor de las 16 ediciones de este maratón.