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miércoles, 21 de marzo de 2012

CON TOÑO ARCILLA A 1 H 45'.





Foto del hijo de Javi






Foto de Ana y Gelín






Tiempo clavado.


El domingo tocó la media de León. Eliseo, me había comentado que podía llevar uno de los globos. Al final, opté por él de 1 h 45’, acompañando a Toño Arcilla. Ritmo comodón, pero que me venía muy bien después de la paliza de domingo anterior. El problema es que los globos duraron en poder de las “liebres” poco tiempo por estar mal atados y llevar cuerdas de nailon Se deshacían los nudos y se escaparon hacia el cielo casi todos. El mío, se escapó antes de la salida. Cuando me quise dar cuenta tenia el cordel colgando de la mano. El de Toño, lo atamos bien y duro todo el trayecto.Al principio perdimos algo de tiempo, por el follón de gente que había, pero ya en la Corredera habíamos cogido nuestro ritmo, unos segundos menos de los 5 m/km. Llevábamos la marcheta cómoda. En S. Marcos saludo a Gelines (madre del autor de varias fotos elegantes y mujer de Javi, globero de 1h 40’) Con mi acompañante, recordamos a Justo, compañero mío y primo suyo, que hace unos meses, nos dejó. Íbamos tranquis, charlando con la peña y saludando a otros conocidos que estaban viendo la carrera. Km 10, paso por la calle ancha y la catedral, mucha gente, parece que estamos subiendo al Tourmalet, aquí se pone la piel de gallina. Seguimos hacia S. Lorenzo. Nos esperaban Ana y Gelo, haciendo fotos a todo quisqui. Por cierto quedaron muy chulis. Buena cámara esa (que la disfruteis muchos años.) Seguimos hacia la Palomera y después de pasar por el Egido y la Granja, enfilamos hacia la Candamia. Aquí se ven ya bien las fuerzas. Los que van fuertes tiran como leones, pero vamos ya recogiendo a corredores muy “maduros”. Les animamos para que se enganchen al “carromato”, algunos lo hacen, otros sólo unos metros, pero los ánimos vienen bien a todos. Estos parajes, junto con la Lastra, se hacen muy pesados, si vas al límite, mucho más. Ya en la Chantria, la meta se huele. Toño y yo seguimos a nuestro rollo. Llegando a la pista del Hispánico, vemos la meta y el reloj. Le digo: “corre galgo, que no entramos en el tiempo oficial, el real estaba hecho”. Echamos un potente sprint, mirando para el reloj, más que para el suelo. Llegamos clavados. Más saludos y raudo a la ducha. Después de tomar una cerveza con Alfonso Cruz, vamos a una bodega de la zona donde con otros corredores y compañeros, damos cuenta de una suculenta paella y más cosas. Pasamos un rato de tertulia y luego cada mochuelo a su nido. Saludos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Angel, es todo un placer tenerte de compañero de carreras y amigo.
Un abrazo
Javier Gutierrez

EDUARDO dijo...

Ahí estamos, buena carrera y mejor comida, es de lo que se trata sufrir lo justo y disfrutar luego con la comida y los colegas.

Tecolinha dijo...

Buena carrera, champion, sí señor. Más de uno seguro que echó en falta los globos, jeje.

Has descrito muy bien los pasos principales de la carrera. Es cierto que en La Candamia ya sabes cómo vas a acabar, y es un tramo de mucha soledad para reflexionar.

fausto dijo...

compañero, me quedo por aquí recomendado por Toñi, ya veo por donde me viene mi afición por los globos, será cosa del club. Un saludo