Aunque duro y cabezón, creo que ayer si no corro el marathon de Toral, no hubiera pasado nada. Pero, a pesar de mis molestias en el gemelo durante toda la semana, opté por ir a correr. Las dudas que tenía de mano, a poco de comenzar ya se disiparon, comenzó la molestia, que en el km 12, la cuesta a la salida de Cacabelos, se convirtio en un dolor, que me impedía correr, con normalidad. Caminé a trozos y ya en Camponaraya, en vista de que la cosa no mejoraba, me tome el primer ibuprofeno. La gente me pasaba y no conseguía enganchar y ponerme a rueda, pues el dolor me estaba fastidiando. Llegó por detrás una pareja y consegui ir a rebufo un buen rato. La pastilla algo debio hacer, pues remitió el dolor, me animé y avivé el ritmo. Pase la media, en 1 h 48', un tiempo flojete, así era el guión. Llegando a Ponferrada, me cogió un cuarteto, en el que venía mi amigo y compañero en muchas carreras: Agustín de la Cruz, pensé, que no les podría seguir, pues su ritmo era alegre. Como iba mejor, fuimos juntos, charlando y contando batallas, el mal se me olvidaba por momentos. Por Fuentes Nuevas, un compañero se fue rezagando, iba peor que yo. En los avituallamientos, flojetes, por cierto, ya que sólo había agua, al igual que en los puestos de esponjas, mojaba mi gemelo para refligerarlo y que pudiera seguir trabajando. En el km 27, se quedaron los otros dos compañeros de aventura, por lo que seguí fiel a mi guia, Agustín. Me endiñe otro ibuprofeno a pelo, vamos sin comer nada,.. que estómago más generoso. Fuimos pasando corredores, que iban muy machacados, y cogimos al debutante Cesar en el km 30. Hacia 14 kms que me había pasado. Los tres fuimos dando cuenta de los kms. Tuvimos suerte, pues apareció la mujer del novato en un coche, y llevaba una botella de isotónico fresquita que nos vino de perlas. Llegando a Toral, pasado ya el km 40, el gemelo, volvío a encabritarse, pero ahora era cuestión de algo de tiempo. Agustín, me esperó y los dos llegamos a la meta en 3 h 38'. Gracias, Agustin. César, había entrado un momento antes. Saludos a los muchos conocidos, potente ducha, unas cervezas muy frias y al parque fluvial a comer la paella, tomar unos vinos y departir con los amigos: Avelino, su Sra, una amiga, Agustín, Sra y su hermana. Después por gentileza de la amiga de Avelino, tomamos café y unos chupitos en Borrenes, con su familia.
Por cierto Avelino, debutó en la distancia e hizo un buen papel, aunque tb sufrio un poquito, al final tuvo buen apetito, que es lo importante.
Gelines, la de Javi, cumplió su papel de fotrografa, haciéndonos una en la meta.
Ahora, me toca reparar la maquinaria, y nada mejor que unos días de relax. Mañana nos vamos a Tenerife. Aprovechando la comida que hacemos cada año un grupo de compañeros: "Los demetrios", y este año de "0" volvemos allí. Al regreso cuando esté sano y recuperado, os contaré mi próxima aventura. Un saludo. Buenas y correosas vacaciones.
A de la Mata.
7 comentarios:
Sufristes pero acabastes
¡felicidades!
Sin duda las vacaciones son más que merecidas! Lo sufriste y aguantaste hasta el final, enhorabuena!!
Un abrazo!
El relato te ha salido fenomenal, y vaya tiempazo, sigue así.
Un abrazo.
Pues a descansar, champion, que te lo mereces. Tenerife es un buen sitio para el relax, y pequeñito para correr, jeje, así no te escapas.
Besos.
Que te mejores Angel Felices dias por las islas.
Tu lucha y esfuerzo tuvo la recompensa dela merecida meta; y ahora a recuperar las molestias con esas seguro que merecidas vacaciones.
Un abrazo.
A disfrutar de un merecido descanso¡¡ un abrazo
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